lunes, 5 de enero de 2015

Complicidad

Cual ladrón llegaste en el silencio de la noche, con la sonrisa en la cara y tantas dudas en el alma.
Con una extraña sensación en el corazón, te deje entrar en mi  burbuja de cristal.
Había tanto de que hablar, tanto que contar y tanto que escuchar, reímos sin parar acompañados de una copa de cristal, tu vida y la mía se acompañaron en el mismo compás, eran tantos años de complicidad, pero en un instante las palabras se agotaron y los imanes encontraron la bipolaridad necesaria para acercarse sin pensar.
Hoy ya no sabemos si todo aquello fue verdad o simplemente es que se puso a prueba aquello que se llama amistad.No hay marcha atrás, solo queda una extraña sonrisa al evocar ese instante de locura que nos envolvió sin pensar, siendo un secreto que solo entre tu y yo ha de quedar.

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