Hace tanto que la escritura me era esquiva, pero hoy retorna sin aviso previo por la necesidad de vaciar el alma con frases tal vez sin sentido, levantó la voz en silencio pausado, llenándolo todo a mi alrededor, mientras miles de sentimientos se agolpaban en la puerta esperando su turno para entrar.
Es un extraño mundo en el que me encuentro, o quizás no, quizás la extraña soy yo... callo cuando estoy feliz y no logro una sola frase que exprese lo que siento, siento que explotare de tantas letras revoloteando a mi alrededor cuando la tristeza y confusión se sientan junto a mi. Voy intentando volar sin alas, mirar con la venda puesta sobre los ojos, caminar atada a las memorias que me secuestran en mi propio laberinto de recuerdos.
Estoy aquí conmigo y sin mi, dando vueltas sobre preguntas sin respuestas, a silencios que gritan y gritos que callan, estoy sin estar, con mi única fiel compañera, esa taza de café humeante en esta noche fría abriga mi corazón...
