La luz de la vela encendida, con el ultimo cerillo que tome de la mesa de noche de al lado de la cama, esta por exhalar su último suspiro, una suave brisa que viene de la ventana de marco azul, apresura el desenlace esperado, la oscuridad se apodera de aquella habitacion, solo un instante, ya la luna llena asoma timidamente, hasta desplazar las tinieblas a un camino sin retorno.
