sábado, 17 de abril de 2010

El ser del Bosque

Recorre un sendero, cuyos soldados de verdes hojas, la protegen del sol abrazador, hijos del bosque que fue testigo de muchas historias durante su estancia silenciosa en aquel lugar, va hacia el arcoíris que ve al final del sendero, una sombra a un lado del camino la distrae, la observa, desde la espesa vegetación que no le permite ver su rostro, tiene miedo, apresura el paso, pero en un segundo, aquel ser toma su mano no la deja ir, la saca del camino  la lleva a su extraño mundo, la luz se pierde en la espesura del bosque, el arcoíris es cada vez más lejano, pero su miedo ha desaparecido extrañamente.


Las ramas la golpean en el rostro, pero son como algodones que no le hacen daño, siente el perfume de flores que la envuelve, solo ve la mano que toma la suya y corre sin cesar, de pronto ya no está, grita a la nada: Hay alguien aquí…? no hay respuesta alguna, solo el eco que choca en los troncos que fuertes se aferran a la tierra. Gira alrededor, va a tientas, trata de disipar la oscuridad, un pequeño grillo, hace llegar su canto, enciende su luz, lo sigue no tiene nada que perder, llega hasta un gran árbol, probablemente el más antiguo del lugar, muchas más luces de sus nuevos guías se encienden alrededor, poco a poco sus pupilas se acostumbran al resplandor, logra ver lo que la rodea, el gran árbol se muestra imponente, con frutos diversos que ofrecen alimentar ese cuerpo cansado, se acerca a él, lo observa con detenimiento, lo rodea lo siente respirar, sus manos recorren su envoltura,  tropieza con una herida que el tiempo no borro, las lagrimas brotan , sin saber porque, caen sobre él, un sonido estremecedor la obliga a dar un paso atrás, ve aquel liquido salado que broto de  sus ojos, dibujar una tenue línea que se va abriendo como flor en primavera, se asoma encantada por la melodía que emana de su interior.

Sigue el sonido se adentra en el árbol, la oscuridad reyna , solo lo alumbra una vela encendida en el fondo de aquel lugar, se escucha un llanto, se acerca a él, es solo un niño, asustado por tanta soledad. La mira con miedo, no sabe qué hacer, lo ve tan frágil, tan triste, se sienta a su lado, le da su pañuelo, la mira a los ojos, pregunta si es el ángel que lo vino a salvar… Responde con tristeza: no soy el ángel que tu esperabas, ando perdida, pero puedo acompañarte en tu soledad, seca sus lagrimas, toca su rostro, una sonrisa se empieza a dibujar, toma su mano, la reconoce, es aquella que la llevo a la oscuridad. Un dulce canto, remplaza al llanto, la luz del sol vuelve a brillar, por fin conoce el dulce rostro de quien le quito el miedo a la noche y la oscuridad.

lunes, 12 de abril de 2010

Eclipse de Luna


Corazon de Cristal
Sueños de papel
Historias sin final
Canciòn a flor de piel.

Mirando el cielo te conoci
como una estrella que se extravió
pronto en tus ojos yo me perdi
pero tu luz con la sombra se ocultó.

Luna que te escondes de la soledad
ven pronto y has tu luz brillar
las estrellas te ofrecen su amistad
ilumina este sedero en el largo caminar.

jueves, 8 de abril de 2010

Oruga

Envuelta en la seda
tejida por ella
reposa la oruga
dormida y serena

Espera su tiempo
detiene su canto
se mece en el viento

Llega el gran día
rompe el silencio
abre el capullo
toma un respiro
la lucha comienzá

Empuja con fuerza
vuelve al intento
su sueño esta cerca
no cree que es cierto

Vuela tan alto
se la lleva el viento
se le ve preciosa
eres libre Mariposa...

jueves, 1 de abril de 2010

Cuerda Floja

El tiempo se detuvo aquel instante, el frio la atraveso como un rayo en noche tormentosa, la sangre cambio de direccion, los latidos competian con el tambor de las fiestas tribales, no sabia si todo iba mas rapido alrededor o es que su realidad no existia.

Volvio a tomar firmemente ese extraño instrumento, una larga varita, que aunque de imagen fragil, le permitia no caer de aquella fina linea que la sostenia, mientras atonitos los espectadores no cesaban de exclamar, por los ligeros pasos, con esos pies tan pequeños, que ella daba alla muy alto, sobre la cuerda de la vida.

Luchaba por no caer, por continuar, por mirar el horizonte, alcanzar el sueño al final de su camino, cada paso significaba estar mas cerca, solo debia seguir sin mirar atras, con el solo pensamiento del siguiente paso, sabia cual era su meta, pero no conocia lo que aquella cuerda podria presentarle, temia resbalar, caer, perder el equilibrio, pero no debia pensar, solo avanzar.

Cuando al fin alcanzo el final de aquella cuerda y dio el último paso, fue feliz, pero supo que el camino nunca termina, otra fina cuerda la esperaba, para volver a revivir la emocion de alcanzar sus sueños una y otra vez... 

Foto: J.Urrea flicker