sábado, 2 de enero de 2010

Metamorfosis

Sin  aliento camina entre sombras, en un bosque que la llama como el aullido del lobo ante la luna llena, no es ella, vé sus manos tranformadas en garras, garras que rasguñan la tierra y se aferran a la vida, rodea sus labios y siente afilados dientes, dientes que desgarran el pasado, oye mas allá de los sonidos de la noche, sonidos que le traen el mensaje del silencio.
Avanza sigilosamente en la bruma, busca el camino que dejo marcado aquel que estuvo antes que ella busca las huellas, olfatea el viento, escucha al bosque testigo mudo de antiguos recorridos de seres que anduvieron por aquí, buscando, sin saber qué, pero buscando.
En el silencio y la oscuridad, cae de pronto una luz del cielo, es una estrella que andaba sola y con el deseo de conocer la humanidad, pronto la alcanza, lame su herida, ella lo sabe rapidamente se curará, la sube al lomo de aquel ser que es, la lleva a cuestas hasta el árbol hueco que ahora es su hogar, queda tendida entre las hojas la estrella aquella que acaba de rescatar, pronto sonrie e iluminada devuelve el brillo aquel lugar.  
Sus ojos tristes decubren que ya no hay rastro en ella de humanidad, ahora es un ser extraño mimetizado con su propia realidad,  su luz la ciega pronto la eleva, toca su frente con suavidad, mientras pronuncia su despedida diciendole, ya es hora de despertar...